lunes, 27 de febrero de 2012

El desorden "mental" de algunos pacientes. (Publicado en Voces de Cuenca el 27-2-2012)

27/02/2012 - PSICOLOGÍA
El desorden "mental" de algunos pacientes
A la consulta acuden un número determinado de pacientes que en la entrevista de evaluación inicial nos cuentan muchos problemas acumulados a lo largo de su historia de vida.
Por Francisco Javier Sánchez. Psicólogo

Evidentemente, no siempre ocurre esto. Hay muchos pacientes que vienen con “su problema” claramente identificado y definido, aunque tienen muchas dudas sobre cómo intentar solucionarlo o afrontarlo. Unido a esta cuestión suele aparecer un “bloqueo mental” en el que la persona no puede, o no sabe salir de un “círculo vicioso” que no deja de crearle un malestar clínico significativo (desgaste emocional elevado).

Sin embargo acuden a consulta un número determinado de pacientes que en la “entrevista de evaluación inicial” nos cuentan muchos problemas acumulados a lo largo de su historia de vida, problemas de tipo emocional, familiares, de pareja, laborales, sociales, etc.
¿Cuáles son los pasos a seguir?:

En primer lugar hemos de trabajar cualquier posibilidad de “victimismo” por parte del paciente. Consideramos positivo que asuma su propia responsabilidad (tanto en sus actos como en sus sentimientos o emociones) siendo muy adecuado por tanto, a nivel terapéutico, fortalecer el “locus de control interno” y reforzarlo adecuadamente. “No se queje, actúe”.

Evidentemente un segundo paso sería “poner orden” a todas las cuestiones que nos plantea. No podemos abordarlo todo conjuntamente al principio, sino que debemos trabajar por áreas específicas, sabiendo cuáles son sus deseos y propuestas para resolver y cambiar “ese problema de ese área.”

Realizar un listado con todo aquello que desea cambiar es básico para ponernos en marcha. Nuestra estrategia básica será el afrontar (nunca utilizar conductas de escape, huida, evitación, etc.) todas y cada una de las cuestiones planteadas de la manera más adecuada para el paciente.

Con posterioridad debemos ser concretos y específicos para “no perdernos” en el tratamiento. Debemos planificarnos estableciendo en primer lugar una meta a largo plazo o meta general, pero seguidamente hemos de concretar metas objetivas, realistas, manejables (que dependan exclusivamente del paciente) y operativas (es decir, que puedan observarse, que se pueda “operar” con ellas: ver si se cumplen o no).

Este aspecto ayudará al paciente a la hora de aumentar la probabilidad de alcanzar sus objetivos, le incrementará también su nivel de autoestima (ya que va consiguiendo las cosas que se va proponiendo) y le hará también adquirir mayor sensación de “control” (objetivo) sobre su propia conducta.

Reforzarse o autorreforzarse por cumplir cada una de esas metas realistas será imprescindible para la evolución adecuada del paciente. Resultando también necesarios tanto el apoyo social, el desahogo emocional y la realización de actividades de ocio-tiempo libre que sabemos mejoran el estado de ánimo (habrá que ver cada caso y su necesidad o no).

Con todos estos aspectos nos “ponemos en marcha” para ordenar aquello que ha desordenado la propia historia del paciente, e intentamos orientarle (como siempre) en la búsqueda de “sus propias soluciones” que él/ella mismo/a irá “descubriendo” a lo largo de la terapia.

martes, 21 de febrero de 2012

"Ser viejo": ¿Ventaja o problema? (Publicado en "Voces de Cuenca" el 20-1-12)

20/02/2012 - PSICOLOGÍA
"Ser viejo": ¿Ventaja o problema?
Por Francisco Javier Sánchez. Psicólogo

Los datos objetivos respecto al envejecimiento de la población española nos indican que dentro de 30 años, España será el país con la población más anciana del mundo.

Sabemos también que en los países desarrollados 60 personas de cada 100 tendrán más de 65 años dentro de ese mismo período de tiempo y la ONU estima que en 2050 más de un 30% de la población mundial tendrá más de 60 años.

Frente a estos datos reales e incambiables, nada podemos hacer. Es el paso inexorable del tiempo. Sin embargo no es menos cierto que hay diferentes formas, predisposiciones o actitudes con las que nos podemos enfrentar a la vejez.

Lejos de ser entendida como una etapa homogénea y estable, entiendo debemos presentarla, como una etapa más de nuestra vida en la que sería muy positivo valorar más las ganancias que las pérdidas, poner en una balanza lo uno y lo otro. Una etapa en la que debe existir una “renovación cada día” frente a una actitud negativa de proximidad a la muerte.

No dejo de sorprenderme en la Asociación de Esclerosis Múltiple de Cuenca, con la que colaboro desde hace más de 6 años, de la “fuerza” y el “potencial” con que algunas personas del grupo de autoayuda con el que trabajo se enfrentan a su vejez, a su expectativas e ilusión por la vida (desgraciadamente también he trabajo en consulta con jóvenes que se sienten verdaderos “viejos” enfrentándose a la vida sin ilusión alguna).

Es sencillamente magnífico que una persona que ya no trabaja, jubilada, con una minusvalía elevada por enfermedad afirme en el grupo que “cada día para ella es distinto, porque sigue sin saber que le esperará a lo largo del mismo”, o que diga que “sigue sin darle muchas veces tiempo a realizar todo lo que tenía planificado para ese día”. La sonrisa con la que lo expresa, “delata” su afán y expectativas por seguir peleando día tras día, de sentirse útil y necesaria para los suyos o de mantener la ilusión por las pequeñas cosas (desde un amanecer, hasta el olor de las plantas).

Ser viejo (por cierto, me encanta esta palabra frente a los eufemismos utilizados frecuentemente) implica una serie de aspectos positivos que deberíamos valorar más a la hora de enfrentarnos a ello. Pilar Varela los describe perfectamente:


- Actitud de integración: Mirar la vida en su globalidad. Recoger sus frutos. Compensar las experiencias buenas con las menos buenas.
- Tolerancia: Capacidad de comprender casi todas las cosas.
- Sosiego: Desaparece la ambición y la competitividad. Equilibrio emocional. Control de las pasiones.
- Sabiduría: “Poner las cosas en su sitio”. Reconocer lo que es verdaderamente importante.

La ansiedad ante la muerte es algo relativamente frecuente durante la vejez y suele ser también un factor crucial a la hora de nuestra calidad de vida. Existen muchos estudios sobre este tema asociados a trastornos del estado de ánimo, trastornos de ansiedad, e ideación autolítica que nos proporcionan muchas ideas acerca de la percepción del mundo de nuestros “viejos”.

Una vez más considero las técnicas de reestructuración cognitiva claves en este proceso, a la hora de manejar y controlar las emociones junto a otros aspectos terapéuticos importantes a trabajar.

“Envejezca sanamente (a nivel psicológico), valore el camino recorrido, aproveche su paso por el tiempo de manera positiva, utilice su experiencia para incrementar su calidad de vida”.

lunes, 13 de febrero de 2012

"TÚ LO QUE TIENES QUE HACER" (Publicado en "Voces de Cuenca" el 13-2-2012)

13/02/2012 - PSICOLOGÍA
“Tú lo que tienes que hacer…”
Qué proclives somos a decirle “al otro” lo que tiene que hacer.
Por Fco. Javier Sánchez Martínez. Psicólogo

Estoy bastante acostumbrado a escuchar esta frase, tanto a nivel cotidiano como a nivel profesional, sobre todo cuando (en este último caso), asisten dos personas a consulta, bien porque una acompaña a la otra, o bien porque nos encontramos ante un problema familiar o simplemente una sesión de terapia de pareja.

La mayoría de las veces cuando una mujer cuenta un problema a un hombre, lo único que desea es que se le escuche, que se le “acompañe” en ese momento y se produzca tan solo una “escucha activa” por su parte (receptor). El hombre, menos emocional e intuitivo que la mujer y más racional y práctico, enseguida le ofrece un consejo o tiene el detalle de comprarle algo que sabe le gusta mucho para intentar compensar a su cónyuge o amiga.

Bien es sabido que las mujeres son más emocionales y más intuitivas que los hombres, y también que se fijan más en la expresión no verbal a la hora de comunicarse, valorando más la “sola presencia activa del otro” para sentirse satisfechas con ello.

¿Por qué esta tendencia a decir al otro lo que debe hacer?

En principio parece que sentimos esa necesidad de dar una solución al problema que se nos plantea, pero repito que en muchas ocasiones este pensamiento “”tengo que ayudarle y darle un consejo” no es un pensamiento racional, sino fruto de una autoexigencia que nos imponemos.

Evidentemente hay situaciones concretas en las que el otro, nos pide expresamente nuestro consejo y nuestra opinión. En este caso no habrá problema en exponerle lo que pensamos, pero con suma cautela: tenga en cuenta que su aportación será desde nuestra propia historia de vida, desde nuestra propia escala de valores y creencias y nuestra propia forma por tanto de “percibir” el mundo.

En consulta, lo que hacemos es dar determinadas pautas al paciente, para que él/ella mismo/a descubra la mejor solución al problema que nos plantea. Nunca se debe decir al paciente cuál debe ser opción elegida. Eso debe valorarlo él/ella mismo/a.

En muchas ocasiones por último adoptamos el rol de padre o de madre con nuestra pareja, o actuamos como únicos “salvadores” de una situación complicada. En ambos casos nos equivocamos, porque además de no “empatizar” generalmente con el otro, asumimos roles poco sanos en esa relación.

lunes, 6 de febrero de 2012

"LA CRISIS ECONÓMICA Y LA TERAPIA" (Publicado en "Voces de Cuenca" el 6-2-2012)

06/02/2012
La crisis económica y la terapia
Por Fco. Javier Sánchez Martínez (Psicólogo)

En un artículo anterior (8 Agosto 2011) hablaba de la actitud con la que todos deberíamos enfrentarnos a esta profunda crisis y de la necesidad de planificar un “plan de acción” para no sucumbir ante esta delicada, por no decir trágica situación.

Qué duda cabe que la actual situación de crisis ha provocado una mayor vulnerabilidad psicológica en aquellos individuos o pacientes más “frágiles”.

El incremento de pacientes en la consulta debido a los problemas asociados al período que vivimos ha sido más que notable.

La incertidumbre, el no saber qué ocurrirá en el futuro, las anticipaciones “ansiosas” con el famoso pensamiento irracional “Y SI…”, los problemas económicos, la temporalidad laboral o el paro (cruel realidad que azota este país sin ninguna piedad) son causa de muchas visitas a la consulta, donde si siempre he trabajado con un número importante de pacientes diagnosticados con trastornos de ansiedad o del estado de ánimo, ahora, prácticamente se duplica su número.

Los pacientes descubren en momentos delicados sus puntos débiles, se sorprenden de sus reacciones, de su incapacidad en muchas ocasiones de reaccionar ante la caótica situación que vivimos, de su “bloqueo psicológico” que les produce unas emociones profundas e intensas y acaba afectando a prácticamente todas las áreas de du vida.

“Afortunadamente vivimos en un país donde LA FAMILIA, como valor, como concepto, sigue existiendo de manera muy arraigada, por lo que las ayudas entre sus miembros es algo más que habitual y realizado como algo “incuestionable”.

En consulta, no podemos cambiar la situación real actual, pero si podemos cambiar las estrategias de afrontamiento ante la misma, modificar o reestructurar las cogniciones irracionales, potenciar la autoeficacia y el locus de control interno y controlar el nivel de ansiedad del paciente.

Resultan fundamentales aspectos como: el apoyo social percibido, las actividades de ocio y tiempo libre (“autocuidado personal”), el desahogo emocional y por supuesto un “plan de acción concreto” y el planteamiento de metas objetivas y realistas a corto plazo que nos vayan reforzando de manera lenta pero segura, incrementándose así nuestra sensación de control sobre la situación, no sucumbiendo a la “poco sana” creencia de la suerte.

Nuestros jóvenes lo tienen especialmente difícil en este maremagnum caótico donde la mitad de ellos no tiene trabajo. Tenemos el mayor porcentaje de desempleados de la Unión Europea.

Los riesgos asociados a esta situación laboral son tremendos: Conductas de escape o evitación, descubrimiento de vías alternativas, desarraigo personal y familiar y su incidencia en la autoestima entre otros muchos aspectos.

Mi percepción del día a día a nivel terapéutico es que evidentemente hemos mejorado nuestra calidad de vida, pero nuestra salud psicológica se ha visto seriamente mermada en los últimos 10- 15 años. Si encima agravamos la situación con una crisis tremenda, la población se resiente de manera significativa.

Difícil, pero no imposible.

viernes, 3 de febrero de 2012

DÍA MUNDIAL CONTRA EL CÁNCER: Aportado por Belén Plaza López: 4-2-2012

DÍA MUNDIAL CONTRA EL CÁNCER - JUNTOS ES POSIBLE
fecha de publicación 01/02/2012 5:12:00



Como cada año, el próximo día 4 de febrero, se celebra el Día Mundial del Cáncer, iniciativa cuyo objetivo es que todo el mundo se una en la lucha contra esta epidemia, bajo el lema Juntos es posible.

Este año es especialmente importante, ya que en septiembre se celebró la primera Cumbre Mundial de Naciones Unidas (ONU) sobre enfermedades no contagiosas (ver noticia completa) y la firma de la declaración política para apoyar la prevención y el control de estas enfermedades, entre las que se encuentran: los trastornos cardiovasculares, el cáncer, las enfermedades respiratorias y la diabetes. Estas enfermedades matan a tres de cada cinco personas en el mundo, y causan un gran daño socioeconómico a los países, en especial a los países en desarrollo.


Con este lema, Juntos es posible, la OMS quiere hacer un llamamiento a cada individuo, asociación o gobierno, para que sean creativos y aprovechen la celebración de este día para llegar a la población, ante la necesidad de adoptar medidas centradas en la prevención del cáncer.

En España, la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), con motivo de este día, organiza una jornada divulgativa bajo el título Foro Contra el Cáncer. Por un enfoque integral. "Prevención y tratamiento multidisciplinar". Esta jornada se podrá seguir en directo, el día 2 de febrero a partir de las 11:00h, vía streaming, pinchando aquí.

Vemos que las iniciativas necesarias para frenar la epidemia del cáncer van dirigidas principalmente hacia la prevención, lo que implica un abordaje multidisciplinar. Esto nos recuerda el importante papel del psicólogo a lo largo de todo el proceso de la enfermedad, desde la prevención hasta el final de la vida y la atención al duelo. Según declaró Juan Antonio Cruzado a Infocop: "En la prevención, la función del psicólogo es promover hábitos saludables. En este sentido, es fundamental la prevención y el tratamiento del tabaquismo, donde los tratamientos psicológicos son altamente eficaces, así como la promoción del ejercicio físico y alimentación adecuada. Asimismo, es fundamental instaurar comportamientos de detección precoz, como en el caso de los cánceres de mama o próstata".