lunes, 11 de junio de 2012

"UNA LLAMADA INESPERADA" (Publicado en "Voces de Cuenca" el 11-6-2012)

Una llamada inesperada Por Francisco Javier Sánchez Martínez Psicólogo Con el permiso previo de la persona que me llamó os cuento algo para la reflexión: El pasado 8 de Junio fue mi cumpleaños. Eran aproximadamente las 13.45 del mediodía cuando recibí una llamada de un número desconocido. Llamada que naturalmente atendí. Una expaciente diagnosticada de cáncer hace 5 años, asistió a mi consulta abatida, desolada, indefensa, bloqueada y hundida totalmente. No era para menos, acababan de diagnosticarle un cáncer y los pronósticos eran muy malos. Recuerdo que trabajamos duro durante casi dos años. A nivel profesional tratamos aspectos tan importantes (ya citados en alguno de los artículos escritos en esta sección)como: La importancia de la actitud frente a la enfermedad, la relación entre el estado de ánimo y el progreso de la enfermedad, locus de control, técnicas de reestructuración cognitiva, apoyo familiar etc. Si debo decir que desde el primer momento nada tuve que reprocharle a aquella paciente madre de dos hijas y felizmente casada, dado que se volcó desde el inicio en la terapia, y sobre todo en sus ganas de vivir por encima de cualquier otra cosa. Hoy, después de más de tres años sin saber nada de ella (afortunadamente, signo de que todo marcha bien) , recibí precisamente esa llamada. Alentador, motivante, algo que nadie puede pagar con el mayor de los tesoros fue observar como recordaba cada una de las frases que yo le había dicho en las sesiones de terapia hacía ya casi cinco años. Había interiorizado hasta la última de las frases, lo trabajado, lo debatido y lo confrontado. Me preguntó cuántos años cumplía y un servidor le contestó algo apenado que “ya eran 45”, que “un añito más”, “que qué rápida se pasaba la vida y el tiempo”. Su respuesta no tuvo desperdicio y creedme que no olvidaré sus argumentos, su tono de voz lleno de felicidad que me transmitió tan intensamente, algo para recordar siempre, sin duda. Me dijo: “Desde que tuve el dicho cáncer, en cada uno de mis cumpleaños, nunca me planteo o me digo “que vieja” (ella tiene ahora 46), ahora digo: “que suerte cumplir años, lo importante es que cada año he disfrutado más de mis hijas y de mi familia, de aquellos que me quieren. Digo mi edad encantada y el mismo día de mi cumpleaños pido abrazos, muchos abrazos de todos aquellos que me felicitan. Ahora comprendo el regalo que tengo en mi poder: el de cumplir años. Vivo al día, intensamente. Después de ver la muerte tan cerca no puedo permitirme estar triste por cumplir años, sino todo lo contrario. He seguido disfrutando gracias a tu apoyo, al de mi familia, a mi cambio de actitud a la hora de ver las cosas. Estoy bien, muy bien.Para mí cumplir años se ha convertido en el mejor día del año, en algo superespecial, estoy contenta, muy contenta. Ahora comprendí, después de todo lo pasado que es un lujazo vivir”. Después de esta llamada, fui a abrazar a mi mujer y a mi hija, les dije que era un privilegiado por tenerles tan cerca y ser felices, y una vez más comprendí, que aquello que decía a los pacientes en consulta, debía seguir aplicándolo en mi propia vida. En definitiva: “seguir aprendiendo de ellos”, porque sin duda, recibo mucho más de lo que doy. Gracias por tu llamada. Aquí tienes el artículo prometido. Mi admiración por ti es inmensa.

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